miércoles, 27 de septiembre de 2017

Los libros del mes de septiembre: "Don Quijote de la Mancha"


Reseña:
Alonso Quijano es un hombre tranquilo que busca en los libros de caballerías un mundo que admira. Pero de tanto leer historias de guerreros, batallas, princesas, gigantes. Dragones y encentadores, cae en la locura de creer que son ciertas. Recupera del pasado una armadura, así como expresiones, valores y actitudes, y se transforma en Don Quijote de la Mancha.
Vicente Muñoz Puelles es autor de numerosas obras para jóvenes y adultos. Con esta adaptación, que mantiene la esencia del relato original, acerca a los pequeños lectores uno de los personajes más universales de la literatura.

El autor:
Vicente Muñoz Puelles (1948, Valencia, España) es un novelista español, miembro del Consejo Valenciano de Cultura desde 1999.
En 1989 publicó la novela “Sombras paralelas”, convertida posteriormente en película por Gerardo Gormezano.
Cuatro años más tarde, le fue otorgado el premio Azorín de novela por la obra "La emperatriz Eugenia en Zululandia".
“Óscar y el león de Correos” le valió para conseguir, en 1999, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
Ha traducido obras de Joseph Conrad, Conan Doyle y Georges Simenon, entre otros. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas, llegándose a encontrar 22 títulos suyos en la biblioteca del Congreso de Washington.
  
El ilustrador:
Miguel Ángel Giner (Benetússer, 1969), licenciado por la Facultad de Bellas Artes de Valencia en la especialidad de Dibujo.
En 1997 participó activamente junto a Cristina Durán en el resurgimiento de la Asociación Profesional de Ilustradores de Valencia (APIV). Desde sus inicios son parte de la Junta Directiva y Miguel Ángel es el Presidente de la misma desde octubre 2013.
2010: FINALISTAS del PREMIO NACIONAL DE COMIC otorgado por el MINISTERIO DE CULTURA. Por Una posibilidad entre mil.

2011:ACCÉSIT en el 1er Trophée ”les Bds qui font la différence” en el 1er Trophée «les Bds qui font la différence» sur les personnes en situation de handicap. Este trofeo fue organizado por la asociación Sans Tambour Ni Trompette en colaboración con el FIBD (Festival International de la Bande Dessinée d’Angoulême).

2012: PREMIO TURIA Mejor Contribución Cultura del Cómic en su XXI Edición. Por Una posibilidad entre mil y La máquina de Efrén.
FINALISTAS en los Premios de la Crítica Dolmen en las categorías de Mejor Obra Nacional y Mejor Guión. Por La máquina de Efrén.

2015: PREMI DONES PROGRESSISTES 2015.
2016: 1er Premio CARTEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER. Generalitat Valenciana.
2017: PREMI CIUTAT DE PALMA DE CÒMIC 2016. Junto a Laura Ballester por el proyecto EL DÍA TRES.

DON QUIJOTE PIERDE UN TROZO DE OREJA.

Iban por el camino cuando vieron a dos frailes, montados en mulas y seguidos por un coche, con una escolta de cuatro o cinco hombres a caballo.
-      Puedo engañarme – le dijo don Quijote a Sancho-, pero algo me dice que nos encontramos ante una gran aventura. Aquellos bultos negros son unos hechiceros que han secuestrado a una princesa y la llevan en ese coche.
-      Mire, señor, que esto va a ser peor que lo de los molinos. Esos dos son frailes, y lo que hacen es seguir el mismo camino que el coche, donde seguramente irá algún viajero.
-      Ya te dije, amigo Sancho, que de aventura sabes muy poco.
Don Quijote se adelantó y se puso a gritar en mitad del camino:
-      ¡Gente endiablada, soltad a las princesas que os lleváis a la fuerza!
Los frailes protestaron, pero no les sirvió de nada. Don Quijote arremetió contra ellos con la lanza y los hizo huir. Luego se acercó al coche.
-      Hermosa señora, ya sois libre – le dijo a la dama que viajaba en el interior-, porque la fama del fuerte brazo de don Quijote de la Mancha ha espantado a vuestros secuestradores.
Viendo que don Quijote les impedía seguir adelante, un hombre de la escolta fue hacia él y le amenazó con su espada:
-      ¿Os atrevéis a amenazarme, bellaco? – le preguntó el hidalgo-. Ahora veremos quién enseña a quién.
Don Quijote arrojó la lanza al suelo y empuñó la espada. El otro desenvainó también y atacó primero. Al primer golpe, don Quijote perdió medio yelmo y un trozo de oreja.
-      ¡Oh, señora de mi alma, Dulcinea, flor de la hermosura, socorred a vuestro caballero!- exclamó.
Tomando la espada con ambas manos, la descargó con furia sobre la cabeza de su enemigo, que cayó al suelo. Al verlo a sus pies, don Quijote desmontó y le puso la punta de la espada entre los ojos, mientras le ordenaba que se rindiese. Pero el escolta, que había perdido el sentido, callaba.
Ya iba don Quijote, cegado por la ira, a cortarle la cabeza, cuando la dama del coche le rogó que perdonase la vida del escolta.
-      Lo haré, hermosa señora, con una condición- respondió don Quijote-, y es que este caballero que os sirve vaya al Toboso y le cuente mi hazaña a la bella Dulcinea.
La señora del coche le prometió que el escolta cumpliría aquella condición.
-      Confío en vuestra palabra y no le haré más daño- dijo don Quijote.
Al ver aquello, Sancho se arrodilló ante él y le dijo:
-      Señor don Quijote mío, ya puede vuestra merced darme el gobierno de la isla que acaba de ganar, que me siento con fuerzas para gobernarla.
-      Has de saber, hermano Sancho, que esta no ha sido una de esas aventuras memorables que merecen una isla, sino una de tantas otras, en las que solo se gana la cabeza rota o una oreja de menos. Ten paciencia, que ya te haré gobernador.
-      La tendré, señor, ya que me lo pedís. Pero ahora os ruego que os curéis esa oreja, que suelta mucha sangre. En las alforjas llevo trapos y pomada. ¿Os duele?
-      Más de lo que me gustaría. Pero un caballero no puede quejarse.
Sancho sacó los trapos y empezó a curarle.
Cuando don Quijote vio su yelmo roto, puso la mano en la espada y, alzando los ojos al cielo, dijo:
-      Juro que llevaré la vida de un caballero andante ejemplar y valiente hasta que pueda ganarme otro yelmo como este o como el del rey Mambrino, que hace invencible a quien lo lleva.
Fue ese día, o quizá algún otro, cuando, al verlo muy cansado y triste, Sancho inventó para don Quijote el sobre nombre de Caballero de la Triste Figura, que gustó mucho a su amo, aunque igual hubiera podido llamarse Caballero de la Oreja Rota.

Luego montaron en sus cabalgaduras. El sol se ocultó antes de lo que esperaban y tuvieron que acampar al aire libre. Sancho lo sintió mucho, ya que prefería dormir bajo techo, pero don Quijote se alegró. Dormir bajo las estrellas le hacía sentirse aún más como un auténtico caballero andante.

Adaptación de: V. Muñoz Puelles.
Dibujos de: M.A. Giner

ACTIVIDADES:
1.- El valiente don Quijote perdió una oreja en feroz combate al romperse su YELMO, ¿Sabes que parte del cuerpo protegía esta pieza de la armadura? Dibuja una armadura completa y dime qué era y para qué se usaba.
2.- ¿Qué sobrenombre se inventó Sancho para don Quijote? ¿Qué es un sobrenombre? Invéntate un sobrenombre para ti y tu grupo de amigos.
3.- Seguro que no es la primera vez que oyes hablar de don Quijote, escribe una aventura nueva para nuestro amigo.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Los libros del mes de septiembre: "El Águila que no quería volar"


Reseña:
Toda obra literaria de mérito se ofrece a la diversidad de lecturas, lo que cobra una mayor relevancia en la literatura infantil dado el amplio abanico de edades de sus potenciales destinatarios. En el caso del álbum ilustrado dirigido a primeros lectores, se puede observar cómo es apreciado tanto por niños y jóvenes como por adultos capaces de disfrutar con esta singular propuesta que encuentra su forma de expresión artística en la acertada síntesis de imágenes y palabras.
Ocurre así con El águila que no quería volar, una hermosa parábola de la existencia humana, individual y colectiva, cuando se ve limitada por las expectativas del entorno y que se puede aplicar a una extensa diversidad de situaciones personales, sociales e históricas. El autor del texto es James Aggrey, escritor de Ghana fallecido en 1927, según la breve noticia que ofrece el libro. El relato habla de un águila capturada por un hombre cuando era una cría y encerrada en un gallinero. Durante cinco años vive junto a las gallinas hasta llegar a creerse una de ellas y olvidar lo que constituye lo más íntimo de su esencia, entre otras costumbres, la del vuelo. Un día, un sabio descubre al gran pájaro y se propone enseñarle a volar, pero sus intentos resultan infructuosos. Finalmente, una mañana carga con el águila hasta lo más alto de una montaña y allí, ante la visión de un resplandeciente sol naciente, recupera su naturaleza indómita y emprende majestuosa el vuelo. Tras este hecho aparece la palabra “fin”, con lo que el lector da por concluido un relato dotado de sentido pleno. Sin embargo, al volver la página encontramos, junto a los créditos del libro, unas palabras apenas destacadas que dicen así: “Pueblos de África: Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, pero hay hombres que nos han llevado a pensar como gallinas y todavía pensamos que somos verdaderas gallinas, pero somos águilas. ¡Abran sus alas y emprendan el vuelo!” Sin duda ha sido un acierto del editor separar este párrafo, que ciñe el sentido del relato a la situación colonial de África en las primeras décadas del siglo pasado (y que, lamentablemente, conserva su vigencia ya entrados en el XXI), desconocida y ajena para el lector infantil. De esta manera, el libro amplía su significación a otros contextos y abre la posibilidad de múltiples interpretaciones. Por otra parte, el lector atento acabará por descubrir esas líneas y con ellas la intención que abrigó el autor de despertar las conciencias de su gente a través del poder de la palabra hecha cuento.
(Tomado de revistababar.com)

El autor:
James Aggrey nació en Anamabu, un pueblo costero de Ghana en 1875. Se bautizó como cristiano metodista en 1883. Estudió en Estados Unidos medicina, teología, sociología y economía. Fue pastor metodista e intervino en la confección de varios informes para planificar el desarrollo de África, insistiendo en la necesidad de la educación. Falleció en Nueva York en 1927.



El ilustrador:
Wolf Erlbruch, nacido en 1949 en Wuppertal, Alemania, es uno de los  ilustradores alemanes más conocido, con una extensa bibliografía en el campo de la literatura infantil. Ha escrito unos diez libros propios e ilustrado cerca de cincuenta de otros autores. Su trabajo más conocido quizá sea El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza, que es considerado un clásico dentro de los álbumes infantiles.
Este año ha recibido el premio Alma (Astrid Lindgren Memorial Award) en el marco de la feria de Bolonia.

EL ÁGUILA QUE NO QUERÍA VOLAR

Había una vez un hombre que fue a la montaña a buscar un pájaro para tenerlo en casa.

El hombre capturó un aguilucho, lo llevó a su casa y lo metió en el gallinero, junto a las gallinas, los patos y los pavos. Y, a pesar de que era un águila, el rey de los pájaros, le dio maíz para que comiera.

Pasaron cinco años y el hombre recibió la visita de un sabio, que conocía mucho de las cosas de la naturaleza.

Y cuando salieron juntos a pasear por el jardín, el sabio dijo: “Ese pájaro que está ahí no es una gallina, es un águila!”
“Sí”, dijo el hombre. “Es cierto, pero lo he educado como gallina. Ahora ya no es un águila, sino una gallina, a pesar de que sus alas tengan tres metros de ancho”.
“No”, dijo el otro. “Sigue siendo un águila, porque tiene el corazón de un águila y eso hará que vuele muy alto por los aires”.
“No, no”, dijo el hombre. “Ahora es una verdadera gallina y jamás volará”.
Entonces, los dos decidieron hacer una prueba.
El sabio, que conocía mucho de la naturaleza, levantó al águila en lo alto y le habló como quien hace un conjuro: “Tú, que eres un águila, tú, que perteneces a los cielos y no a la tierra, despliega tus alas y vuela!”.
El águila no se movía del puño en alto del sabio y miraba a su alrededor.

Divisó a las gallinas, que andaban picoteando granos, y saltó uniéndose a ellas.
El hombre dijo: “Ya te lo había dicho, ¡es una gallina!.

“No”, dijo el otro. “Es un águila y lo intentaré de nuevo mañana”.
  
Extraído del álbum ilustrado:El águila que no quería volar”
Autor: James Aggrey
Ilustrador: Wolf Erlbruch
Editorial: Lóguez ediciones
ACTIVIDADES:
1.- ¿Qué opinas sobre tener animales salvajes en cautividad?
     ¿Cómo crees que actuó el hombre metiendo al aguilucho en el gallinero?
 2.-¿Crees que al final el águila voló, como creía el sabio, o no, como decía el hombre que        la capturó?
3.-Escribe un cuento o poema sobre un niño al que sus padres protegen excesivamente.
Grupo Leo