domingo, 19 de enero de 2014

Los libros del mes de enero 2014 del Grupo Leo en La Tiza: "El tesoro escondido" de Paul Maar


Los libros del mes del Grupo Leo
en La Tiza

Artículo visto en:
Suplemento de Educación Infantil "La Tiza" 15-01-2014
Diario Información de Alicante con el Patrocinio de la Fundación CajaMurcia y COES


El tesoro escondido

El autor: Paul Maar (Schweinfurt, Alemania, 1937 -):
Estudió en la Escuela Superior de Arte de Stuttgart y ejerció la docencia durante varios años.  Como autor, ha editado cuentos, libros de teatro y guiones para programas infantiles de televisión. Ha recibido, entre otros, el premio Hermanos Grimm, el E.T. Hoffmann y el Premio Especial de Literatura Alemana para Jóvenes por el conjunto de su obra.
El ilustrador: Isabel Pin (Versalles, Francia, 1975 - ):
Estudió en la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo y en la Universidad de Artes Gráficas de Hamburgo. Su trabajo como ilustradora se dio a conocer en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia y en el Salón de Literatura Juvenil de París. 
Colabora con editoriales francesas y alemanas en la ilustración de libros para niños. Su trabajo también ha sido reconocido con varios premios. Actualmente reside en Berlín.

Argumento:
Con cierto tono de fábula, “El tesoro escondido” anima a los lectores a buscar los sentimientos auténticos frente al afán de posesión material, a perseverar en la superación personal y a luchar por hacer realidad los sueños, sin pasar por alto otros temas como el amor, la amistad, la soledad, la muerte o el miedo.
La Tiza de la Lectura. Leo, leo, que me animo a leer.
Un cuento:
Sandra es mi amiga
El bandido atrapó a Muhar con su lazo y lo tiró del caballo. Allí estaba Muhar, tirado sobre la arena ardiente, muerto de miedo, mientras los cuatro jinetes le rodeaban y lo miraban fijamente desde sus caballos .
Oculto tras su atuendo negro , uno de ellos dijo:
_¡Mirad, hemos cazado un chacal!
Tenía voz de mujer, una voz que a Muhar le resultaba familiar. Al instante se  dio cuenta de quiénes estaban frente a él, y le invadió un inmenso terror. ¡Había caído de nuevo en manos de los Be-Kar!
Qué, ¿has encontrado tu tesoro? preguntó uno de los jinetes.
Seguramente era Almanzor.
Muhar negó con la cabeza. El miedo le había dejado sin voz.
_¿Qué hacemos con él?_preguntó el hermano.
Mamá Be-Kar respondió:
_Él soltó nuestros caballos, así que, ¡ahora nosotros soltaremos el suyo!
Cogieron al caballo de Muhar por las riendas y lo llevaron hasta lo alto de la duna. Mamá Be-Kar  le dio tal golpe con la hoja de su sable, que el caballo relinchó de dolor y salió corriendo. Se alejó en el desierto, perdiéndose en una nube de arena.
Te has marchado sin despedirte de nosotros. Fuiste muy maleducado- Y después, por si fuera poco, mandaste a nuestros caballos de excursión. Tardamos una hora en volver a encontrarlos dijo mamá Be-Kar riéndose_. Quizás tú encuentres al tuyo en menos  tiempo. Y más vale, porque una hora caminando por el desierto puede ser muy, pero que muy larga.
_Y muy, pero que muy sofocante_ dijo Parviz, mientras se inclinaba hacia Muhar y le arrancaba el pañuelo que se había puesto en la cabeza para protegerse del sol_.¡Y encima, sin una gota de agua!
El desierto es enorme, y el viento borra enseguida las huellas, incluidas las huellas de los caballos -dijo  Almanzor- . Os apuesto dos dinares a que no consigue atravesar el desierto.
-Pues yo te apuesto tres dinares a que sí que lo consigue!
Esa era la voz de Fatma. Hasta ahora había estado callada. Muhar la miró, pero ella le apartó la mirada.
_¡Es absurdo apostar por eso!_refunfuñó mamá Be-Kar_Nunca sabremos si logrará o no atravesar el desierto. ¿O es que tenéis ganas de perseguirlo por la arena ? Venga, vámonos, sigamos nuestro  camino. Atadle bien los brazos con el lazo. ¡ Para vagar  por el desierto no se necesita para nada mover los brazos!
Fatma saltó de su caballo y le ató el lazo. Muhar se dio cuenta de que hacía unos nudos muy flojos. Sería muy fácil desatarlos.
_¡Espero que lo consigas, Muhar ¡Mucha suerte!_le susurró Fatma mientras lo ataba. Aún recordaba su nombre.
_¡Vamos, termina rápido!_le ordenó su madre, impaciente.
Mamá Be-Kar se inclinó desde su caballo y le dio a Muhar un fuerte golpe en la espalda con la hoja de su sable, igual que había hecho con su caballo. Al igual que su caballo, Muhar gritó de dolor y salió corriendo, adentrándose en el desierto.
Intentó seguir las huellas del animal, pero el fuerte viento del desierto ya las había borrado.

El sol cada vez estaba más alto, y le abrasaba la cabeza, desprotegida sin el pañuelo. La sed le atormentaba. Con gran esfuerzo consiguió deshacerse del lazo  que mantenía sus brazos pegados al cuerpo. El calor era insoportable. Le parecía como si alguien hubiese vertido metal fundido e incandescente sobre su cabeza. Muhar caminaba dando tumbos, hasta que finalmente cayó al suelo fulminado y quedó tendido en la arena, incapaz de levantarse.
Ahora que soy el único que sabe dónde está escondido el tesoro, no podré tenerlo nunca, porque este es el fin de mi vida _ pensó Muhar desesperado_Moriré de sed , y el tesoro quedará enterrado para siempre bajo el desierto.
De repente sintió cómo algo le rozaba el hombro.
Sobresaltado, recuperó la consciencia. ¿Serían los afilados dientes de un chacal ? Haciendo un gran esfuerzo consiguió abrir los ojos.
Junto a él se encontraba su caballo, empujándole suavemente con el hocico. ¡Le había encontrado!
Muhar sintió cómo brotaban nuevas fuerzas en su interior. Aún había esperanza, estaba vivo. Con gran esfuerzo consiguió  subirse al caballo y continuó su camino cabalgando a paso lento.
Después de un rato, divisó en el horizonte la oscura silueta de unas palmeras. Si había palmeras, ¡tenía que haber también agua!
También el caballo pareció comprender que allí les esperaba el agua que sería su salvación, y comenzó a galopar velozmente.
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Fragmento del libro: El tesoro escondido
Autor: 
Paul Maar
Ilustraciones: Isabel Pin
Editorial: 
Kalandraka
Colección: Sieteleguas + 8
ISBN:
978-84-96388-96-3
Actividades:
  1. ¿Cuántos bandidos formaban parte de la banda de mamá Be-Kar?
  2. ¿ Qué se apuestan los bandidos? ¿ Quién gana la apuesta?
  3. Subraya aquella parte del texto que corresponde con la ilustración.
  4. Escribe una historia en la que un niño encuentra el tesoro que unos bandidos habían escondido en el desierto y envíala al Grupo Leo. Escribid vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y nº de teléfono o e-mail:

Grupo Leo
Apartado 3008
03080 Alicante
o por e-mail a: grupoleoalicante@gmail.com
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grupoleo@terra.com

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