viernes, 4 de marzo de 2011

Leo Leo que me animo a leer: La palabra más hermosa

Artículo visto en:
Suplemento de Educación Infantil "La Tiza" 2-03-2011

 LA PALABRA MÁS HERMOSA

La primera letra

¡La caja se abrió!

No tenía ningún mecanismo aparente, nada que hiciera sospechar de combinaciones secretas, fue como dijo el profesor Maestro, se abrió por si misma, de forma misteriosa, produciendo aquel sonido apenas audible. Sólo tuvieron que retirar la tapa para ver su contenido.

Esperaban encontrar una serie de preguntas y lo que vieron fue una simple nota, escrita de puño y letra por el profesor Maestro.

- Allá vamos –suspiró Daniel.

Su hermana fue la que tomó la hojita de papel. A partir de este momento, el tiempo comenzaba a apremiar.

- Queridos Georgina y Daniel -leyó ella. Tenéis hasta la siete de la tarde para resolver un enigma simple: ¿cuál es la palabra más hermosa? Seguid las pistas y daréis con ella. Pero si llegáis más tarde de las siete a mi casa, no os servirá de nada haberla encontrado, quedaréis suspendidos. Y si no estoy en casa, la respuesta deberéis dármela, esté donde esté, antes de esa hora. ¿Preparados? -Georgina miró a Daniel y concluyó la lectura de la prueba: “ Id a la calle del Arco Iris y preguntad por lo que falta”.

Los dos tenían los ojos abiertos como platos.

- ¿Eso es todo? -se desinfló el chico.

- Sí -exhaló ella.

- ¿Tenemos hasta las siete de la tarde para encontrar una palabra?

- De momento el problema no es la palabra sino ¿cómo vamos a ir a una calle a preguntar “por lo que falta”?

Lo leyó de nuevo antes de exclamar:

- ¡Si falta.....falta, o sea que no está!

- Eso no es una prueba, es una tortura -dijo Daniel pálido.

- No somos tontos , y él lo sabe -Georgina agitó la nota. Esto tendrá truco.

- Entonces, ¿qué hacemos?

- Pues ir. Hay que intentarlo. No vamos a rendirnos de buenas a primeras.

No lo pensaron más. El reloj ya corría en su contra. Miraron en una guía dónde se encontraba la calle, porque no tenía ni idea. Se la llevaron y salieron al escape. Tuvieron que coger dos autobuses. No fue un trayecto agradable. Georgina leyó un par de veces más la fatídica nota.

- ¿Por qué dirá que vayamos a su casa si luego agrega que a lo mejor no está en ella?

- Bueno, ¿que más da? Dice: “esté donde esté”.

Georgina mantuvo la duda en su rostro. Llegaban a su parada, a escasa distancia de su destino.

La calle del Arco Iris era muy pequeña, unos veinte metros de larga. Lo más llamativo eran su tiendas, tres a cada lado , destacadas con rótulos de nombres curiosos todos con nombres de colores. Eso era todo.

La carta dice preguntad “por lo que falta” -dijo en alto Daniel.

- Está claro -repuso Georgina-. Si estamos en la calle Arco Iris y hay seis tiendas con nombre de colores, lo que falta es...

- ¡El naranja! ¡Eso sí lo sé!

La última tienda se encontraba al final y era una librería llamada Arco Iris. Sorprendidos por lo fácil del enigma entraron en ella cruzando los dedos. No había clientes, y sí un hombre que al verlos se dirigió a ellos sonriente.

- ¡Pasad, pasad! ¡Bienvenidos! -cantó feliz- ¡Os estaba esperando!

- ¿Ah, sí? -dijo Daniel

- ¡Pues claro! Soy Bernabé Pensador, miembro emérito del Club de los Ilustrados. He de introduciros en el juego del profesor Maestro y será un honor.

- ¿Qué es el Club de los Ilustrados? –preguntó Georgina

- ¿Un juego? -preguntó Daniel.

- Despacio, despacio. Aún sois demasiado jóvenes para conocerlo. Es una asociación cultural y su presidente es el profesor Maestro. En cuanto a la prueba....sí, es un juego. ¿Qué puede ser sino tratándose del juguetón y divertido profesor.

- ¿Juguetón... y divertido? -no se lo pudo creer Daniel

- Bueno, si es vuestro maestro se comportará de otra forma, más serio, pero sí, es el tipo más ingenioso que conozco. ¡Ya me gustaría a mí pasar alguna de sus pruebas!

- ¿Y en qué consiste la nuestra? Dijo Georgina mirando el reloj, que parecía correr más que nunca.

- Os ha pedido que encontréis la palabra más hermosa.

- Sí.

- Una palabra está formada por letras. Consiste en encontrarlas, una a una. Debéis superar una serie de pruebas. Prueba superada, letra ganada. Al final sólo tendréis que combinarlas y ya está.

- Pues venga, Daniel, si es un juego no será tan complicado -apremió su hermana-.

- Puede que sea cierto y sea un juego y no un examen.

El librero hizo que chocaran sus manos y habló:

- ¿Preparados para la prueba? Es un acertijo y recitó despacio:

Cabeza es, del derecho y del revés.

Y es diente, pero no de gente.

Si ya lo has pillado, ahora ten cuidado,

no te la den con queso. ¡Jo, no digas eso!

Se quedaron pensativos. Era la vieja adivinanza del ajo. Lo dijo Georgina.

- El ajo, porque es cabeza y es diente, pero no de gente.....

- Y si estamos buscando una letra......

Se le encendieron los ojos a los dos

- ¡Jo, no digas eso! -gritó ella.

- Ajo, menos jo, ¡queda la A! Saltó él.

El librero sonrió. Habían acertado. ¡Ya tenían una de las letras de la palabra más hermosa! ¡Una A! ¡Y había sido fácil!

- Aquí tenéis la siguiente dirección donde seguir el juego. Allí os enteraréis. Y salieron de la tienda lanzando un ¡Adiós! Que se perdió como un eco largo y perezoso por el aire.


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Tomado del libro: La palabra más hermosa
Autor:  Jordi Sierra i Fabra
Ilustraciones: Agustín Riccardi
Editorial: Algar - Colección Calcetín
Recomendado para mayores de 10 años
Actividades:
  1. ¿Qué apareció al abrirse la caja? ¿Qué esperaban?
  2. ¿Cuál era la prueba? ¿A dónde tenían que dirigirse? ¿Por qué entraron en la librería?
  3. Escribe una historia, inventada por ti, de cómo llegaron a descubrir la palabra más hermosa. Envíalo, acompañado de un dibujo original, a (Ver bases completas del concurso):
Concurso Literario Grupo Leo
Apartado 3008
03080 Alicante
Escribid claramente vuestro nombre, apellidos, curso, colegio y nº de teléfono o e-mail de contacto.

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